
Crispín Garrido Mancilla
Agencia Infonort News/Fotos: Diego Knight
Playas de Rosarito, Baja California.- Alrededor de 700 jinetes participaron en la XXXII Cabalgata Fiesta de las Fronteras, celebrada el domingo en este municipio.
De acuerdo con la presidenta de la asociación Yo Amo Rosarito, Patricia Ramírez, quien en los últimos cuatro años ha tenido a su cargo la entrega de los reconocimientos, acudieron a la mesa 620 participantes y estimó que al menos 70 no fueron por su documento, por lo que calculó que al menos 700 jinetes recorrieron los 18 kilómetros entre la mojonera de Palou, en la delegación Primo Tapia, y el rancho San Patricio, en el cañón Rosarito, además de 18 caminantes.

La Cabalgata marcó el reinicio de los eventos masivos en Rosarito, luego de que las autoridades sanitarias bajaran a Naranja el semáforo epidemiológico del Covid 19.
El evento inició muy temprano, con la tradicional ceremonia en la mojonera de Palou, ubicada en la parte alta de la delegación Primo Tapia, al sur de este municipio, en la que se realizan una misa, un cántico indígena Kumiai y honores a la bandera, además de elegir a la Reina de la Cabalgata 2020 y el sorteo, en este caso, de seis sillas de montar, aportadas por diferentes donadores.
En el mismo punto, más temprano, partieron 18 caminantes, para realizar el mismo recorrido, y se hizo una remembranza histórica del porqué se señala a ese lugar como una de las antiguas fronteras entre misiones franciscanas y dominicas, que a su vez marcaron en la mojonera de Palou y posteriormente en el arroyo Rosarito, los dos antiguos límites entre la Californias, antes de que el Tratado de Guadalupe Hidalgo estableciera la actual Frontera entre México y Estados Unidos.

La Cabalgata se caracterizó por un ambiente de fiesta, una extraordinaria participación de jinetes y familiares y amigos que los acompañaron en diferentes partes del recorrido, lo que implicó una impresionante movilización de vehículos, incluyendo remolques para el transporte de las cabalgaduras.

En el encinar ubicado en las faldas del cerro Coronel, que es un sitio de descanso para cabalgaduras y jinetes, se hizo una alegre convivencia, con música, comida y bebidas y aunque predominó la presencia vaquera, el ambiente fue familiar.

En el lugar, el presidente del Comité Organizador del evento, Rosario Castillo Zeja, expresó su satisfacción por la respuesta de los cabalgantes, que llegaron procedentes de los cinco municipios del estado, además de entidades vecinas y el sur de California.
Después de ese descanso, los jinetes continuaron por las faldas del cerro Coronel hacia el cañón Rosarito, y alrededor de las 15:00 horas comenzaron a llegar al rancho San Patricio, propiedad de la familia Machado Angulo, lugar de la tradicional rancherada.

Hasta ese sitio fueron llegando primero los caminantes y luego los jinetes, por el lecho seco del arroyo Rosarito, y por el otro lado, cientos de personas que acudieron a la fiesta, en la que hubo cinco bandas musicales, baile folklórico, barbacoa gratis para todos y muchos hicieron su propia carne asada.

Apoyaron la realización de la Cabalgata el Ayuntamiento de Rosarito, el Club de Prensa, la asociación Yo Amo Rosarito, el restaurante Mi Jacalito, Monchy León, el rancho San Patricio.

Las monturas fueron aportadas por Francisco Ayala, Francisco Carrasco, algunos socios del Club de Prensa, la Asociación Estatal de Cabalgatas, Antonio Macías y el Comité Organizador.

Muchas otras personas e instituciones apoyaron con la logística del evento, la seguridad, y el cuidado de jinetes y cabalgaduras.