
Por Luis A. Chávez
La cucaracha (en buen plan) es hasta marisco, aunque nomás de nombre y dicen que sabe deliciosa (el marisco, del que estamos hablando en este momento) Sin embargo, a pesar de ser antediluviana, junto a los tiburones, las almejas (en buen plan), los alacranes, el pejelagarto y otros que andan por ahí (en buen plan) a la cucaracha la odian con odio jarocho, ¿por qué? Los que saben afirman que resiste una bomba atómica y cuando lo supo la incrédula de mi suegra, exclamó: “esas son babosadas”; entonces le dijimos que haríamos el experimento para ver quién de las dos, luego del bombazo, saldría campante, pero la vieja nos dijo algo impublicable y regresó a sus telenovelas.
Diminuta, lustrosa y con antenas, hay variedades de cucarachas (continuamos en buen plan, adelantándonos a los valedores que podrían decir: “pos a mí me dan miedo”, y no señor, esto es serio) y es precisamente en Indonesia –lugar de misterio, carísimo el boleto de ida y vuelta, aparte de que cuando hablan no se les entiende nada- donde las cucarachas son enormes y además se comen: las atraviesan con un palo (sigue el buen plan), las fríen, embadurnan de chocolate y órale. A los niños les encantan, a quién no.
Las cucarachas no tienen veneno (¡por Dios!) aunque sí bacterias, muchas bacterias y, allá anda uno, agarrándolas. Huelen mal –algunas, no todas, dicen- y tampoco muerden, aunque… pudiera ser algo parecido, pero no, no muerden (por Dios otra vez) y todas ellas vuelan, uf.
Nadie le ha hecho una estatua a la cucaracha, cosa de imaginar a la entrada de Tijuana un monumento de esos, pero sí le han dedicado una canción muy famosa, aquella de: “la cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar, porque le falta, porque no tiene, mariguana qué fumar”, es decir, lo que nos faltaba, la cucaracha es adicta.
Su nombre lo lleva una película con, ni más ni menos, María Félix: La Cucaracha, revolucionaria ella, con dos cananas terciadas, a color la cinta y con balazos a diestra y siniestra.
Nadie, le agradece a la cucaracha lo auxiliadora que es en cuanto a Pilates y Zumba: las amas de casa o toda la familia junta, van tras ella con escobas y chancletas en mano causando que, aparte de divertirse y hacer escándalo en buen plan, la gente haga ejercicio.