
* La pipa pudo haber explotado
Crispín Garrido Mancilla / Agencia Infonort News
Playas de Rosarito.- La escena fue dantesca, justo cuando terminaba de caer la noche en esta ciudad: a la altura de la incorporación de la calle Diego Esquivel y el bulevar Benito Juárez Norte chocaron una pipa y un autobús de transporte de personal.

El autobús quedó volcado cerca del semáforo, con los trabajadores en su interior, muchos de ellos lesionados, mientras que el carrotanque de Petróleos Mexicanos cargado con 20 mil litros de gasolina, volcó unos 40 metros más al norte, impulsado por la leve pendiente del terreno.
El capitán de turno de los Bomberos de esta ciudad, Carlos Castillo Arias, recuerda que a las 18:55 horas del miércoles 30 de septiembre recibieron primero el aviso de la volcadura con personas atrapadas y ya cuando iban en camino les notificaron que había iniciado el incendio.
Al llegar al lugar, las llamaradas alcanzaban decenas de metros de altura y el viento empujaba la radiación de calor hacia el lado este, donde se incendió una taquería y vehículos estacionados. Una amplia zona del bulevar y la colonia Lucio Blanco estaba en penumbras.

Lo que ardió de inmediato fue el tractocamión, el combustible del propio vehículo, impulsado por diésel, pero también se estaba derramando gasolina de la pipa, lo que aumentaba a cada momento el riesgo de explosión, conforme el tanque se vaciaba y generaba un vacío en su interior.
“Sí hubo riesgo de explosión”, dice el capitán Castillo. Pero aseguró que los bomberos se mantuvieron en sus puestos, siguiendo las señales que les habrían indicado si debían ponerse a salvo.

Con auxilio de la Policía Municipal, la Marina, personal de seguridad Física de Pemex y la Guardia Nacional, se estableció un perímetro de seguridad de 150 metros. Intervinieron también unidades de Obras Públicas Municipales suministrando agua. Llegaron como respaldo bomberos de la vecina Tijuana.
El combustible derramado obligó a los bomberos a sustituir el agua por una mezcla llamada líquido proteico o espuma, lo que permite reducir el abasto de oxígeno al fuego pero también forma una capa flotante que inhibe la gasificación del combustible.
El derrame alcanzó el drenaje pluvial ubicado frente a la planta lechera Jersey, por lo que expertos de Pemex verificaron en todo momento los niveles de explosividad, que por fortuna no pasó a mayores.
Cuando el fuego se extinguió, continuó la labor de limpieza de los restos de combustible derramado, hasta que se pudo proceder al trasiego del que quedó en el interior del carrotanque a otra unidad: de 20 mil litros de gasolina se quemaron 12 mil y solamente se rescataron 8 mil litros.
Mientras una parte del equipo se abocó al control del fuego, la otra acudió al rescate de los trabajadores atrapados en el autobús volcado. En total, fueron atendidas por algún tipo de lesión, 16 personas.
El director del Hospital General de esta ciudad, Gustavo Estolano, afirma que a ese nosocomio ingresaron tres personas del sexo masculino, una de ellas el conductor del tractocamión -quien pidió ser trasladado al hospital Ángeles, de Tijuana-, además del conductor del autobús y uno de los pasajeros, quienes la mañana de este jueves ya habían sido dados de alta.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Arellano Ortiz, señala que los dos conductores, tanto el de la pipa como el del autobús, se encuentran en calidad de presentados y a disposición de la Fiscalía General del Estado, a la cual corresponderá deslindar responsabilidades.
No hubo personas fallecidas. No hubo más vehículos involucrados en el accidente sobre la carpeta asfáltica, lo cual fue fortuito porque ese tramo de vialidad suele estar congestionado de automovilistas que se dirigen hacia Tijuana. Los carros quemados se encontraban estacionados en una vialidad paralela.
Se quemaron palmeras y plantas de ornato del camellón, un puesto de tacos, parte de la infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad, incluyendo un transformador, lo que provocó el apagón, y algunos locales aledaños sufrieron daños menores por la radiación de calor emitida por el incendio.


La emergencia terminó alrededor de las 2 de la madrugada, cuando se dio paso a las cuadrillas de limpieza, que todavía durante la mañana de este jueves continuaban el retiro de los vestigios del choque e incendio, que puso en evidencia el riesgo latente del tráfico constante de unidades cargadas con combustible que llega a la terminal de Pemex y la falta de vías alternas para casos de desastre.